1er Festival del libro y la lectura “EL FINAL MÁS CREATIVO”
Historia anónima
(por el momento)
Tres soldados cruzaban un camino a través de un país desconocido.
Volvían de la guerra muy cansados y hambrientos. En verdad: No habían comido nada en dos días.
- ¡Qué bien nos vendría una buena cena esta noche! – Dijo el primero
- Y una cama donde dormir – dijo el segundo
- Pero como no es posible – dijo el tercero – debemos continuar nuestro camino.
Siguieron adelante. De repente divisaron a lo lejos las luces de una aldea.
- Quizás allí encontremos algo que comer – dijo el primero
- Y un lugar donde pasar la noche – dijo el segundo
- No perdemos nada con preguntar – dijo el tercero
A los aldeanos de ese lugar, no les gustaba los extraños. Cuando se enteraron que tres soldados venían hacia el pueblo, se reunieron para decidir qué hacer.
- Por ahí vienen tres soldados y ellos siempre tienen hambre. Pero apenas si tenemos suficiente comida para nosotros. ¡Vamos a esconderla!
Y se apresuraron a hacerlo.
Colocaron los sacos de cebada debajo del heno en el desván. Deslizaron baldes llenos de leche en los pozos. Ocultaron las zanahorias en los arcones y los cubrieron con edredones viejos. Escondieron las papas y las coles debajo de las camas. Colgaron las carnes en los sótanos.
Escondieron toda la comida que tenían y después se sentaron a esperar.
Los soldados se detuvieron primero en la casa de Pablo y Francisca.
- Buenas noches – dijeron – ¿Tendrían ustedes algo de comer para tres soldados hambrientos?
- Nosotros mismos no hemos podido comer bocado en tres días – Contestó Pablo. Francisca parecía muy triste.
- Hemos tenido una cosecha muy mala
Los tres soldados se dirigieron a la casa de Alberto y Luisa
- ¿Podrían darnos algo de comer y un rincón donde dormir esta noche?
- Lo sentimos mucho – dijo Alberto – Compartimos lo poco que teníamos con otros soldados que llegaron antes que ustedes.
- Nuestras camas están ocupadas – dijo Luisa
En casa de Vicente y María la respuesta fue la misma. La cosecha había sido muy pobre y todo el grano debía guardarse para la siembra.
Y así sucedió con todo el pueblo. Nadie tenía para darles de comer. Todos tenía sus buenas razones. Una familia había utilizado todo el grano para sus animales.
Otra tenía un padre viejo y enfermo a quien cuidar.
Todos, absolutamente todos, tenían demasiadas bocas que alimentar.
Los aldeanos reunidos en la calle suspiraban. Aparentaban estar muy hambrientos…
Los tres soldados conversaron entre sí.
El primero llamó:
- ¡Amigos!
Los aldeanos se acercaron.
- Somos tres soldados hambrientos, lejos de nuestra tierra. Les hemos pedido algo de comer pero ni siquiera tienen suficiente para ustedes mismos. Por lo tanto, tendremos que preparar SOPA DE PIEDRAS.
Los aldeanos miraron con asombro.
- ¿Sopa de piedras?
¿Cómo crees que termina esta historia?
¡Es momento de demostrar toda tu creatividad!
Crea tu propio final para esta historia y participa en el segmento “El final más creativo” de nuestro 1er Festival del libro y la lectura.
Los Aldeanos participaron en la.preparacion de la sopa de piedras pues tenian curiosidad del sabor que tendrian, ademas la posibilidad de una receta en caso se queden sin alimentos; fue asi que los tres soldados juntaron diversas piedra y las hecharon al agua que hervia en una olla proporcionada por uno de los aldeanos, poco a poco los lugareños se fueron animando a proporcionar ingredientes como papa,zanahoria, coles, incluso pequeños pedazos de carne seca, de este modo los tres soldados junto a los aldeanos disfrutaron de una deliciosa sopa caliente, e agradecimiento a la receta fueron invitados a descansar en diversas casas en los dias sucesivos a cambio que cocinen de manera reiterada la deliciosa sopa de piedras que a todos gusto.